“Tengo la convicción de trabajar en el lugar en donde se es feliz, ese siempre ha sido mi principio de vida”: Sandra Elena Carrión Suárez
Sandra se define como persistente en lo profesional y apasionada, amorosa y de relaciones tranquilas en lo personal. Esta felizmente casada desde hace 17 años con Jhon Fredy Vanegas Calle, es madre de dos hijos; Sebastián, de 17 años, y Valentina, de 13, a quienes describe como su motor y su oxígeno en la vida.
En su tiempo libre va a cine y a teatro, dos actividades que le apasionan, también le gusta leer y escribir; entre sus géneros predilectos esta la poesía y los libros de aventura, en cuanto a gusto musical tiene inclinaciones desde el metal gótico hasta la guabina.
Es arquitecta de la Universidad Pontificia Bolivariana, especialista en Gerencia Educativa y magíster en Educación de la Universidad de San Buenaventura Medellín. Ha dedicado gran parte de su trayectoria profesional a la docencia, la investigación, la consultoría y la asesoría en temas afines a su profesión. Afirma que decidió realizar la unión entre la arquitectura y la educación porque es ahí donde ha querido centrar su ejercicio “me dediqué a pensar cómo desde la arquitectura uno podía transformar procesos de la educación, por medio de actividades creativas o cómo desde la educación uno podía ver en el espacio una oportunidad de acción distinta en los procesos educativos”.
Llegó a la Universidad a mediados de 2008, por medio de una convocatoria pública de méritos para ocupar la plaza de directora del programa de Arquitectura, también se desempeñó como asistente profesional de la Vicerrectoría Académica y desde 2018 asumió la decanatura de la Facultad de Artes Integradas.
¿Cuáles son los principales retos que ha enfrentado como decana de la Facultad en cuanto a docencia, investigación, proyección social y bienestar institucional?
“El reto más importante se enmarca en ser reconocidos por la propuesta pedagógica, la enseñanza y el aprendizaje de la arquitectura, el diseño y las artes. Queremos ser la mejor facultad en los procesos de formación y esperamos hacerlo por medio de la innovación y de la internacionalización. Esos son mis grandes desafíos.
Mi objetivo es que la Facultad se visibilice como un escenario donde los procesos no solo apuntan a la formación sino también a desarrollar actividades relacionadas con la innovación; ideas o proyectos potencialmente transformadores del mundo, esto aplica tanto para la docencia como para la investigación y la proyección social, porque no son factores aislados, en nuestra propuesta los vemos articulados a lo que más nos interesa, los procesos de formación, cuando hacemos proyección social e investigación ahí está todo inmerso, entonces en este momento ese es nuestro frente de trabajo más grande.
En cuanto a Bienestar el punto de partida con la Facultad es que mi equipo de trabajo esté feliz con su proyecto de vida tanto personal como institucional (…) uno puede liderar procesos entendiendo que la gente viene a cumplir con una tarea, pero hay lazos de afecto, temas de familia y conceptos más profundos en esas relaciones.
De esa misma manera se tejen todas las relaciones con los estudiantes, porque si yo a un estudiante no lo puedo ver como una persona con la que me puedo tomar un café, me puedo relacionar y conversar de otros temas diferentes a la arquitectura y el diseño, estoy perdiendo un escenario potencial de las relaciones humanas”.
¿Cuáles son los principales desafíos de las carreras que se dictan en la Facultad?
Arquitectura
“El desafío más importante para el pregrado de Arquitectura es repensar sus procesos de formación en relación con la enseñanza, comprender que la virtualidad ya rompe todos los límites, hoy no necesito una maqueta física porque la puedo tener virtual, puedo tener procesos de formación en realidad virtual, hay instrumentos que me permiten hacer cosas que hace cinco años eran casi imposibles, entonces es ir a un paso más rápido para ver realmente cuales son las necesidades del mundo contemporáneo”.
Diseño Industrial
“Para el programa de Diseño Industrial esta ese mismo reto de revisar esa formación, pero también de transformar sus perfiles ocupacionales en el medio y plantearse todos los procesos de calidad, es decir, se tiene que subir a ese lugar de la calidad donde están los mejores programas del país, certificarse y acreditarse para abrirse espacio en la globalidad.
Se está trabajando en ampliar la doble titulación, tenemos una en cada programa, la meta es tener dos más, es decir, ofrecer casi que por continente una titulación, buscamos la posibilidad de movilizar al estudiante por cualquier currículo, teniendo la opción de convalidar todo lo que él avance en cualquier proceso.
Lo podríamos resumir en que el diseñador industrial hoy tiene como desafío todo el tema de calidad, pero también el asunto de apertura al mundo”.
Posgrados
“En los posgrados el desafío más importante en la Maestría en Bioclimática es que el programa no sea solamente en Medellín, sino que tenga una lectura de Colombia, el propósito es hacer una sinergia con las seccionales en Cartagena y Cali para que el programa tenga otro escenario de trabajo distinto y mucho más amplio. El desafío esta en hacer que otros públicos, de otras latitudes, quieran comprender ese asunto del trópico.
En cuanto a la Maestría en Creatividad el reto es abrirla y plantear un asunto en cuanto a la creatividad, en un escenario completamente contemporáneo, de impacto al sector productivo y de abordaje a casos particulares en los diferentes sectores, más que hacer un programa de formación y tener unos estudiantes matriculados, que también es importante, es nuestro deseo hacer acompañamientos empresariales, asesorías y procesos para instituciones que necesiten desarrollo, alternativas de crecimiento o de fortalecimiento. No es solamente un asunto de matrículas sino de las posibilidades que se pueden generar para la investigación y la Proyección Social”.
¿Qué la hace feliz?
“Yo todos los días me levanto feliz para venir a la Universidad, tengo esa convicción, a mí me hace feliz todas las cosas que se le van resolviendo a otras personas; cada logro de cada estudiante o de los profesores y de la institución frente a temas difíciles, cada paso que vamos dando en este proyecto me hace feliz, sino fuera así no estaría acá, porque tengo la convicción de trabajar en el lugar en donde se es feliz, ese siempre ha sido mi principio de vida, el día que eso no suceda algo malo está pasando y eso hay que estudiarlo y revisarlo.
Yo encuentro felicidad, por ejemplo, en la risa de los profesores el miércoles pasado cuando estaban celebrando su día del maestro, en el ánimo y la paz que tenían cuando vieron ese reconocimiento; me hace feliz los reconocimientos obtenidos por los estudiantes, que participen en actividades y se ganen concursos; me hace feliz que todo eso se devuelva en beneficios para mi vida personal y familiar, cuando mis hijos se ganan cosas, porque la vida es como una cadena, todo lo bueno que haces por acá se devuelve por otro lado, todas esas cosas al conectarlas permiten ver un escenario en el que realmente uno le da otro tono a la vida, sino sería absolutamente difícil cada día, yo no puedo imaginármelo porque si la vida no es para ser feliz, entonces, ¿para qué podría ser?”.