Desde hace 54 años, nuestra Institución viene aportando a la transformación social, mediante procesos sinérgicos de docencia, investigación, bienestar y extensión, como pilares centrales en la formación de profesionales idóneos para enfrentar los retos de una sociedad en permanente evolución.

La articulación entre la apropiación del conocimiento, la generación de nuevos saberes y su aplicación en el entorno, para contribuir al desarrollo y bienestar, se han constituido en elementos clave que han dinamizado el reconocimiento de la Universidad por su excelencia académica, fundamentada en el humanismo franciscano.

Y es que todos los maestros, maestras y personal administrativo que han pasado o permanecen en la Institución, han aportado lo mejor de sí para escribir esta historia, caracterizada por el esfuerzo, la perseverancia, el optimismo, la fe; de ahí, la gratitud para quienes han sido artífices de innumerables logros alcanzados y de quienes seguirán asumiendo los desafíos futuros.

El agradecimiento es extensivo a los más de treinta mil alumnos que han pasado por las aulas de clase y a quienes actualmente adelantan sus carreras; todos ellos, han depositado en la Universidad la responsabilidad de formarles y ayudarles a edificar su proyecto de vida profesional. Han respondido con contundencia a las exigencias académicas, incluso, a retos como el que hoy enfrenta el mundo. 

Nuestra razón de ser: los estudiantes, son quienes nos impulsan a ser mejores; muestra de ello es la Acreditación Institucional Multicampus de Alta Calidad, obtenida en el año 2017, que da cuenta del compromiso con los procesos de calidad y la cultura de mejoramiento continuo. A lo anterior se suma la reciente renovación del Certificado ISO 9001-2015, siendo importante anotar que la Universidad hizo parte de las primeras instituciones en el país y la región en certificar todos sus procesos.

Además de los logros citados previamente, cabe destacar  la expansión geográfica de la Seccional en regiones como Quindío y Tolima, el crecimiento y diversificación de los servicios educativos, la modernización de la infraestructura física y tecnológica, el desarrollo de proyectos de investigación de alto impacto y la consolidación de convenios nacionales e internacionales, entre otros, dan cuenta del avance institucional.

Desde casa o desde las instalaciones de la Universidad celebramos el aniversario número 54 e invitamos a continuar contribuyendo a la consolidación de la Universidad que todos queremos.
 

En la década de los sesenta, la sociedad antioqueña y, en especial, la medellinense, sentían la necesidad de crear un instituto con características de educación superior que profundizara en el tema socio-familiar, cuya fundación fue encomendada a las directivas del Colegio Mayor de San Buenaventura, regentado por la provincia Franciscana de la Santa Fe de Colombia.

La mencionada petición fue elevada por personas influyentes de la región y por el Movimiento Familiar Cristiano de la Arquidiócesis de Medellín. Más tarde, en 1965, el Consejo Directivo del Colegio Mayor de San Buenaventura, con sede en Bogotá, autorizó la apertura del Instituto, que más tarde recibió el nombre de Universidad de San Buenaventura Medellín.
 

El 14 de febrero de 1967, en el convento franciscano de San Benito, inició labores la Universidad de San Buenaventura Medellín, en cabeza de Fray Arturo Calle Restrepo O.F.M., quien se desempeñaba como decano del Instituto de Ciencias Socio-Familiares (nombre en ese entonces de la Universidad) y representante del rector del Colegio Mayor de San Buenaventura en Medellín.

Las primeras facultades del claustro universitario fueron Sociología (), Psicología (1972) y Educación (1974); posteriormente le siguieron: Ingenierías (1985), Ciencias Empresariales (1995), Artes Integradas y Derecho (1998). Actualmente, una tecnología, 18 pregrados y 22 posgrados integran la oferta educativa institucional.

Hoy en día, la Universidad cuenta con dos campus: uno ubicado en el barrio San Benito, centro de Medellín y otro en el barrio Salento, municipio de Bello. Además, desde hace 15 años, cuenta con dos extensiones en las ciudades de Armenia e Ibagué, respectivamente.