Nuevas técnicas constructivas económicas, livianas, adaptables y rápidas de instalar fue la propuesta con la que David Cadavid Castañeda, docente de la Universidad de San Buenaventura Medellín y magíster en Arquitectura de la Universidad de los Andes, ganó el concurso internacional ‘BCN – NYC Affordable Housing Challenge’, en el que participaron 54 proyectos de 16 países del mundo con el proyecto CAH I ATRI, una colaboración entre los proyectos "Sistema de construcción para vivienda asequible”, de tres arquitectos de Medellín, y “Alojamientos tácticos de repoblación inclusiva”, de Straddle3 Barcelona.

El docente Bonaventuriano trabajó al lado de Catherine Preciado Santa, profesora de la Facultad de Arquitectura e Ingeniería del Colegio Mayor de Antioquia y Jaime Sarmiento Ocampo, profesor de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia sede Medellín. Un grupo que ya se conocía y tenía muy claro el reto al que se enfrentaban al participar en este concurso.

“Decidimos conformar este equipo, dado que los tres arquitectos hemos trabajado reflexiones sobre la vivienda colectiva y la vivienda asequible, y cada uno ha desarrollado investigaciones desde distintas perspectivas, afines con las bases del concurso. La propuesta inicial la desarrollamos durante los meses de enero y febrero de 2019. A partir de marzo, cuando fuimos nombrados finalistas, venimos trabajando en conjunto con la oficina Straddle3 de Barcelona en el desarrollo del proyecto”, comentó David Cadavid.

El concurso fue una iniciativa cooperativa entre Barcelona y Nueva York, se lideró por el laboratorio de innovación urbana i.lab y la idea era buscar alternativas para hacer más eficiente la construcción y la rehabilitación de la vivienda asequible en Barcelona y Nueva York. La propuesta ganadora tiene varios aspectos, como lo explicó el docente Bonaventuriano: “El suelo de las grandes ciudades como Barcelona y New york están prácticamente ocupados, lo cual hace que el poco suelo disponible para construir vivienda asequible sea costoso. Extender las ciudades a la periferia también conlleva más tiempos de transporte y sobrecostos en servicios públicos. La solución que proponemos consiste en re densificar mediante rehabilitación de edificios existentes y nuevas construcciones, sin afectar el suelo…”.

Y continuó David con la explicación del proyecto: “Con el sistema constructivo propuesto: CAH (Construction System for Affordable Housing), se puede construir en el aire, con muy pocos apoyos en el suelo, incluso para renovar sectores deteriorados o subutilizados en la ciudad, como autopistas, puertos, estaciones de transporte, etc. El sistema propuesto se adapta tanto para la rehabilitación de edificios existentes, mediante su sobre posición en las cubiertas o adhesión en las fachadas, como nuevas construcciones que se levantan del suelo. El sistema cuenta con un componente rígido que es una estructura espacial metálica, montada en el sitio, compuesta por nudos y elementos escualizables –se pueden mover de diferentes maneras-, que permiten adaptarse a los edificios existentes, y otro componente flexible que consiste en módulos habitacionales realizados en fábrica e izados mediante grúas para colocar en el sitio”.

Es una propuesta muy amplia, debido a que en cuanto a la vivienda los arquitectos planearon un “sistema adaptable de unidades que permite la flexibilidad de usos, espacios compartidos por comunidades (como por ejemplo cocinas, zonas sociales, baños), diseño participativo, con posibilidad de autoconstrucción en el tiempo”, como lo indicó el magíster.

Lo que viene

Este reconocimiento internacional les da a estos arquitectosantioqueños la posibilidad de trabajar con la oficina Straddle3 de Barcelona y en Nueva York durante los próximos tres meses, debido a que el proyecto se realizó desde los aspectos sociales, económicos y ambientales.

“Como ganadores, la organización del concurso ha destinado 40.000 dólares para continuar con el desarrollo de dos propuestas, una para Barcelona y otra para Nueva York durante tres meses. Se busca que la propuesta considere una sostenibilidad integral. En los aspectos sociales mediante la interacción de las familias en espacios comunitarios (cohousing), el diseño participativo de las viviendas (codiseño) y huertas comunitarias. En el aspecto económico ocupando el aire que no tiene precio, con técnicas rápidas y de bajo precio. Y en el aspecto ambiental con materiales reutilizables y procesados en la industria, de bajo impacto ambiental”, explicó Cadavid.

Fuente: Facultad de Artes Integradas