Todo comenzó en 2011, cuando Weiner cursaba el último grado de bachillerato en el municipio de Concepción, Antioquia. Durante la Semana de la Juventud en su colegio, decidió participar en las carreras de atletismo y le gustó. Le llamó la atención correr, pero no solo por ir a tocar timbres en las puertas de los vecinos, sino correr de verdad, competir contra los mejores del mundo en su categoría: un sueño cumplido.
“Mi mamá casi se me va viendo la semifinal. Ella se emociona mucho, y ese partido fue muy difícil pues lo ganamos con un gol de oro faltando un minuto para irnos a los penales”. Cuenta el profe Samuel Gaviria mientras recuerda ese partido que le ganaron a la selección danesa, y que les daba el paso a la final donde derrotaron a los noruegos 2 a 0 para coronar a Colombia como campeón del mundial de rugby subacuático el pasado 3 de agosto.