Universidad / miércoles, 15 de abril de 2020 / Categorías: Psicología, Estudiantes, Egresados, Docentes, Administrativos Así es Adriana Escobar, una estudiante apasionada por la psicología y la música Adriana María Escobar Cano siempre se ha preguntado por lo humano, según ella “estar cerca de la música desde pequeña y haber tenido la posibilidad de hacer un pregrado en Música con énfasis en piano en una importante universidad de la ciudad, me ha permitido conectarme con esa parte sensible y quizás un poco conflictuada de lo humano”. Esta experiencia la llevó a estudiar Psicología en nuestra Universidad, lo cual hizo parte de “esa constante búsqueda y reflexión sobre aquellas cosas que atraviesan la vida humana, tanto desde lo individual como desde lo colectivo” afirmó. Actualmente cursa octavo semestre, y asegura que lo que más le ha gustado de su carrera es que le ha permitido ser cada vez más crítica y reflexiva consigo misma y con su contexto, y le ha brindado “la posibilidad de acompañar a otras personas a encontrar nuevas formas de narrarse, construirse y posicionarse en su realidad.” Para Adriana, estudiar Psicología, luego de haber pasado por otro pregrado, le ha permitido vivir la academia con más tranquilidad y disfrute. Además, dice que su paso por la U ha contribuido en su crecimiento personal “me ha posibilitado encontrarme con personas maravillosas que, desde su rol de docentes, estudiantes e incluso administrativos, me han compartido algo de su ser, saber y hacer; permitiéndome descubrir aspectos de mí misma que desconocía y construir relaciones desde la escucha y el cuidado del otro”. En su tiempo libre disfruta de tocar el piano, con el que ya tiene una relación “casi matrimonial” asegura. También le gusta mucho leer porque le permite ver el mundo desde los ojos del autor, asimismo realiza otras actividades como visitar pueblos, sentarse en los parques, sentir el ritmo de lo cotidiano y, en general, todo aquello que le permita sentir la vida a paso lento. Volviendo al piano, hay que destacar que para Adriana no es cualquier pasatiempo, lleva tocándolo desde los seis años y desde entonces ha sido su compañero inseparable. Dice que lo que más disfruta de su relación con este instrumento musical es, “en primer lugar, que me permite prescindir de las palabras para identificar y expresar mis afectos; en ocasiones son muchas cosas y es gratificante sentarse al piano y sentir cómo la angustia simplemente se desvanece. Por otro lado, me gusta el hecho de que en la música no existen absolutos, lo cual permite que haya muchas formas de concebir e interpretar una obra, una idea o una vivencia. Finalmente, creo que es maravilloso que cuando eres intérprete te puedes ubicar, por un momento, en un contexto histórico diferente e intentar sentir y comprender esa realidad desde la visión particular del compositor”. Su pasión y su talento la han llevado a convertirse en profesora de piano. Al preguntar por la forma en que este oficio se relaciona con su carrera, Adriana opina que todo se relaciona con su curiosidad y su constante búsqueda de respuestas, “dar clases me ha puesto frente a situaciones que me exigen adecuar mis saberes a mis estudiantes, a sus posibilidades y necesidades; así entonces, el ejercicio de la docencia me ha permitido pensar la individualidad y reflexionar sobre lo particular, sobre cómo se percibe y se siente la música, una clase, una experiencia, el contexto o la vida misma.” Así, Adriana concibe la música como una parte muy importante de su vida, pues le ha permitido conocerse y reconocer su lado más amable, pero también “ver eso a lo que uno no se quiere enfrentar”. Ella dice que ha crecido con la música, “es un camino que, una vez se empieza, nunca termina; aún cuando se inician otros proyectos o se recorren caminos paralelamente”. Por otro lado, en el contexto de su carrera, tuvo hace poco la oportunidad de realizar un intercambio en México, cuenta que dicha experiencia fue maravillosa: “emprender un viaje de ese tipo termina siendo un camino de retorno a uno mismo; me encontré con personas bellísimas y descubrí mi valentía. Además, el intercambio me permitió ampliar la visión que tengo de la psicología, conocer otras perspectivas y darme cuenta de que, como latinoamericanos, tenemos mucho por aportar y construir desde esta disciplina.” Para ella, esta experiencia internacional la hizo vivir a un ritmo diferente, volver a maravillarse con lo más simple y cotidiano y aprender a prescindir de la temporalidad para construir relaciones de amistad, cariño y cuidado mutuo. También cuenta que le gustaría volver a estudiar y vivir en otro país y, de hacerlo, escogería otro lugar de Latinoamérica, “creo que, tanto en la música como en la psicología, tenemos mucho por descubrir y construir en América Latina. Ya es hora de que nos escuchemos y empecemos a escribir nuestra historia con nuestras propias palabras.” En cuanto a sus proyectos y metas para el futuro, Adriana no planea por separado sus dos grandes pasiones: “me gustaría hacer con la música y la psicología un camino para reconocernos y narrarnos de forma diferente, para construir formas de habitar y relacionarnos desde la escucha y el cuidado del otro.” Dice que, luego de terminar su carrera, le encantaría hacer una maestría y acompañar este tipo de procesos con la población adolescente. Finalmente, esta talentosa estudiante nos contó que se siente Orgullosamente Bonaventuriana, porque siempre tuvo muy altas expectativas sobre nuestra Universidad, pues dos personas que conoce y a quienes considera muy buenas profesionales son egresadas de aquí; “ahora, cursando mi octavo semestre y luego de haber vivido una experiencia de intercambio, me siento orgullosa no solo de la rigurosidad académica e investigativa de la Universidad, sino también de la calidad humana desde la cual se propone una formación profesional con criterios éticos, críticos y reflexivos”, afirma ella. Imágenes cortesía de la estudiante Adriana María Escobar Cano Fuente: Unidad de Comunicaciones y Mercadeo. Anterior artículo La IJPR, entre las revistas de ciencias de la salud de mayor impacto Siguiente articulo Bonaventuriano, muchas gracias por cuidarte y cuidar de los tuyos Print 5198 Calificar este artículo 4.5