Desde su ingreso muy temprano por la portería principal de la Seccional Medellín en San Benito, se siente el abrazo de la familia Bonaventuriana, a través del saludo del personal de vigilancia, atentos y acogedores; el olor a café, conocimiento y fraternidad emana cada espacio, corredor, oficina y personas integrantes de la comunidad que la conducen a la alegría de sus labores.

De paso por el patio principal, un llamado, un saludo de aquellos estudiantes que tejen el alma en complicidad con el conocimiento y, que resaltan su trabajo diario: “Naty, Naty: ¿podemos ir hoy para que nos enseñes APA y nos presten unos libros?”; las palabras de un estudiante, que como muchos, agradece su labor prestada.

Luego, se dirige a la entrada del tabernáculo del conocimiento, la Biblioteca Fray Arturo Calle Restrepo O.F.M. como la denomina, siempre viva y con apertura para nuestros usuarios; allí la esperan sus cómplices de tareas, proyectos y diálogos inacabados.

Pasan las horas y con cada una de ellas, un motivo, capacitaciones, reuniones corporativas, montaje de suministros, gestión de colecciones, atención de usuarios, gestión del conocimiento, actividades culturales y de extensión, entre otras más, la acompañan en el goce de un día de trabajo.

Llega el final de la jornada, el tiempo para descansar e ir a casa para recargar en familia y volver al día siguiente con más intensiones de seguir construyendo un buen testimonio como colaboradora Bonaventuriana.

Natalia María agradece a Dios cada día por la ejemplificación de su oficio y tiene presente todos los días como seguir construyendo los valores franciscanos como lo concebía el Padre Fray Arturo Calle Restrepo O.F.M:
 
“Que al final del día, podamos subir a la colina de las buenas obras para mirar lo que hemos hecho, y que podamos decir lo mismo que Dios dijo: ´Y todo era bueno”.

El mensaje de Dios: reflexiones para el hombre de hoy
Universidad de San Buenaventura Medellín, 2000.
 

Fuente: Redacción Boletín Hay Noticia