En la década de los años 60 la sociedad antioqueña y en especial la medellinense, sentían la urgente necesidad de crear un instituto con características de educación superior que profundizara en el tema socio–familiar; fue así como personas de influencia en la sociedad de aquel entonces y el “Movimiento Familiar Cristiano” de la Arquidiócesis de Medellín, solicitaron a las directivas del Colegio Mayor de San Buenaventura, regentado por la provincia Franciscana de la Santa Fe de Colombia, fundar en la capital antioqueña un instituto de ciencias socio-familiares.